viernes, 17 de febrero de 2017

RIESGOS LABORALES 1

Riesgo eléctrico
La energía eléctrica está presente en nuestras vidas y en nuestros trabajos habitualmente. Para poder trabajar de una forma adecuada y segura con la electricidad es conveniente seguir estas medidas preventivas:
1-    Consideraremos que todos los cables tienen corriente eléctrica y comprobaremos, antes de manipular nada, la ausencia de tensión.
2-    No realizaremos trabajos en instalaciones eléctricas si no tenemos los conocimientos y autorizaciones necesarias para ello.
3-    Si vamos a manipular instalaciones eléctricas lo haremos con las medidas de seguridad necesarias como, equipos de protección, guantes, casco y calzado aislante.
4-    NO manipularemos aparatos eléctricos en caso de lluvia o cuando alguna parte del cuerpo esté mojada.
5-    Evitaremos realizar reparaciones provisionales y cambiaremos inmediatamente los cables dañados por otros nuevos.
6-    Las herramientas manuales deben estar protegidas frente al contacto eléctrico.  
7-    Todas las instalaciones deberán estar en buen estado.
8-    NO debemos manipular los sistemas de seguridad de las instalaciones eléctricas.


Riesgo para la seguridad con Herramientas
En una oficina, es común que se realicen pequeños cortes al utilizar herramientas, como cutter, tijeras, etc. Para evitar o minimizar estas deberemos seguir las siguientes medidas preventivas:
1-    Antes de usarlas, inspeccionaremos magos, filos, zonas de ajuste, partes móviles y cortantes.
2-    Cualquier defecto o anomalía será comunicado para su reemplazo.
3-    Se utilizará cada herramienta para lo que fue diseñada.
4-    Nunca utilizaremos una herramienta eléctrica sin clavija de protección.
5-    Los empleados tendrán suficiente formación sobre como se utiliza cada una de las herramientas.

Contusiones y golpes
En todas las oficinas nos encontramos con puertas de cristal mal señalizadas, con cajoneras o armarios abiertos o archivadores muy cargados. Esto son causas comunes de contusiones y golpes. Para evitarlas, tan sólo debemos seguir las siguientes medidas preventivas:

1-    Señalizar las puertas y ventanas de cristal de una manera eficiente y correcta.
2-    NO dejar los armarios de archivo, cajoneras u otros elementos entre abiertos o mal cerrados.
3-    Utilizar estanterías con buenos anclajes a la pared para evitar que se nos caigan encima.
4-    No sobrecargar los cajones y las estanterías.


 Riesgo por caidas
Cuando trabajamos en una oficina, las caídas están a la orden del día. Las prisas al caminar por la oficina, los objetos que nos encontramos, como papeleras, cables eléctricos mal colocados, teléfonos, etc. También influye los suelos que están compuestos de materiales deslizantes, los desniveles o tarimas y sobre todo los descuidos de los empleados.
Cajones abiertos acentúan los riesgos de golpes y cortes. Para prevenir este tipo de riesgos podemos tener en cuenta algunos puntos como:
-          Los cajones deben tener topes de abertura, de manera que el cajón no salga del todo al abrirlo
-          No se deben dejar los cajones o archivadores abiertos.

Cortes con objetos de oficina es un riesgo muy común y más si manipulamos objetos como tijeras, cúter, guillotinas. Algunos puntos a tener en cuenta para prevenir este riesgo son:
-          Respetar las protecciones que impiden el acceso a los elementos cortantes.
-          Mantener las herramientas cortantes: tijeras, cúter, etc. en zonas seguras y en buen estado.


Riesgo por carga física
La fatiga física o muscular es la disminución de la capacidad del individuo. Cuando la carga física de trabajo supera la capacidad de la persona, se llega a un estado de fatiga muscular, que está acompañada de una sensación de cansancio y malestar y bajo rendimiento.
Estos esfuerzos pueden estar causados por:
-          Factores dependientes de una incorrecta organización del trabajo.
-          Factores del mismo individuo.

-          Condiciones ergonómicas y ambiente de trabajo.

POLÍTICAS DE MARKETING 2

Mercado sin competencia

Imaginaos que vivís en un pueblo de la Cataluña del siglo XVII. Un buen día salís a la calle y os percatáis de que vuestros zapatos están agujereados. Son los únicos zapatos que tenéis y decidís ir a comprar unos nuevos. Sin embargo, en todo el pueblo sólo hay un zapatero que fabrica un único modelo de zapatos; así pues, os acercáis a su tienda y se los compráis. No teníais otra opción si no queríais continuar caminando con unos zapatos agujereados..¿De qué debe ocuparse este zapatero para vender sus zapatos? Únicamente de fabricarlos y de fijar un precio que le permita pagar los gastos que genera su negocio, además de obtener un beneficio. Asimismo, será preciso que prevea los materiales necesarios para elaborar los zapatos que los clientes le pidan y realice unos cálculos elementales para una valoración.
Este zapatero no necesita recurrir al marketing.



Mercado con competencia
No obstante, continuad este viaje y trasladaos a la Barcelona actual. Es un sábado por la tarde y estáis paseando por el Paseo de Gracia cuando, de repente, un letrero publicitario llama vuestra atención, puesto que os ha hecho recordar que los zapatos que lleváis ya son antiguos; de hecho, ya hace unos cuantos días que pensáis que necesitabais comprar unos nuevos. A partir de este momento, os atraen los escaparates de zapatos y vais expresamente a buscarlos. Os compraréis unos zapatos nuevos, pero ¿cuáles? ¿Qué os hará decidir, el precio, la moda, la comodidad o la marca en que confiáis?
A continuación, analizaremos los componentes de esta nueva situación que hemos comentado: 

1) Una necesidad básica: protegeros los pies para poder caminar sin haceros daño.
2) Diferentes beneficios: ir a la moda, comodidad, estética, prestigio social, ahorro, etc.
3) Un producto, con diversidad de modelos, que satisface una necesidad, pero que al mismo tiempo os proporciona sensaciones subjetivas sobre los beneficios que proporciona.
4) Muchos comerciantes que ofrecen productos diferentes y los venden a distintos precios.
5) Mensajes en forma de publicidad, de escaparates, de letreros que pretenden llamar la atención y haceros decidir.
6) Un cliente potencial, vosotros, para cualquiera de aquellos comerciantes, pero que puede decidir qué comprar y a quién comprar. 

Los fabricantes y los distribuidores de zapatos actuales recurren a los principios del marketing.
Este viaje imaginario nos ha permitido constatar cambios en las prácticas comerciales. En el primer caso, nos encontramos con un artesano que sólo debe preocuparse de fabricar zapatos; él es el único que los hace en todo el pueblo y tiene la suficiente demanda como para mantener su negocio y obtener beneficios. Esta concepción empresarial centrada en la producción continuó a lo largo del tiempo e, incluso, podemos observarla actualmente, aunque cada vez menos. El empresario se centra en la organización de los factores internos de la empresa y olvida la proyección externa, no tiene en cuenta la planificación comercial. Si la empresa fuera un individuo, diríamos que tiene una personalidad egocéntrica. Dicha actitud sólo es posible mantenerla en épocas en que la demanda es tan elevada que iguala o supera la oferta. 

Las crisis económicas de los años veinte, de los setenta, de los noventa del siglo XX o de finales de la primetra década del siglo XXI, rompen esta concepción comercial. El exceso de oferta sobre la demanda hace que muchas empresas (aquellas que no se han adaptado a las demandas del mercado) se vean en la obligación de cerrar.

POLÍTICAS DE MARKETING 1

Las motivaciones del consumidor


Las personas tenemos necesidades muy variadas. Una necesidad se puede manifestar con una sensación desagradable que queremos eliminar (por ejemplo, si tenemos frío, desearemos abrigarnos) o con el deseo de alcanzar una sensación agradable (así, aunque no tengamos hambre ni sed, es posible que queramos disfrutar de la sensación agradable del sabor y la frescura que nos proporcionará el hecho de comernos un helado). En ambos casos debe haber, además de la necesidad, una voluntad de satisfacerla. Es la motivación.


Necesidades económicas

En este módulo nos referimos exclusivamente a las necesidades económicas; es decir, aquellas que se satisfacen por medio de bienes económicos. Un bien económico es aquel que no es ilimitado y cuya adquisición comporta un intercambio con otra forma de riqueza económica (dinero, otro bien, trabajo, etc.). En este sentido, pues, no consideraremos necesidades económicas aquellas que se satisfacen con bienes libres de la naturaleza (la respiración, por ejemplo).
Así, por ejemplo, la necesidad de un coche como medio de transporte puede relacionarse con motivaciones de seguridad, de comodidad o de prestigio. Constituyen tipos de motivación diferentes que, en consecuencia, darán pie a la compra de distintos coches.

Necesidades físicas y necesidades psíquicas


Las necesidades pueden ser físicas o psíquicas; sin embargo, en la motivación y en la manera de satisfacerlas casi siempre intervienen los factores psíquicos. Por ejemplo, se puede sentir la necesidad física de vestirse para protegerse del frío o de trasladarse para llegar a un determinado lugar y ahorrar esfuerzo.
Sin embargo, si ahora os pudierais ver todos los estudiantes de este curso, os percataríais de que vestís de manera diferente, disponéis de vehículos distintos y adoptáis opciones diferentes de transporte a la hora de trasladaros. La razón de ello es que, aunque tengáis necesidades similares, vuestras motivaciones son diferentes.
Cuando os compráis una camisa en concreto, lo que os ha hecho decidir no es la necesidad de vestiros, sino el hecho de ir a la moda, o de vestir con comodidad, o del ahorro de tiempo si no necesita plancharse, o bien gustar a los demás o cualquier otra motivación que dependa de vuestras características psicológicas.